lunes, 4 de enero de 2010

El secreto del mal

Este volumen viene a ser la armadura inevitablemente incompleta del que iba a ser el cuarto libro de relatos de Roberto Bolaño. Las piezas y esbozos narrativos aquí reunidos tienen por base un archivo de texto muy tardío, en el que Bolaño trabajó hasta poco antes de su muerte. El título que engloba el conjunto es el mismo que el de un cuento que comienza así: «Este cuento es muy simple aunque hubiera podido ser muy complicado. También: es un cuento inconcluso, porque este tipo de historias no tienen un final.» Palabras que ilustran el carácter que comparten todas estas piezas, acerca de las cuales escribe Ignacio Echevarría, responsable de la edición: «Es toda su narrativa, y no sólo El secreto del mal, la que parece regida por una poética de la inconclusión.» Como ya ocurría en Putas asesinas y en El gaucho insufrible, de nuevo se entremezclan aquí, junto a relatos propiamente dichos, textos de naturaleza no narrativa, conforme a la cada vez más acusada tendencia de Bolaño a confundir las fronteras genéricas con el propósito de fecundarlas.

Acá unos extractos de dos cuentos:

EL VIEJO DE LA MONTAÑA
"Siempre hay casualidades. Un día Belano conoce
a Lima y se hacen amigos. Ambos viven en México
DF y su amistad se cimenta, como suele ocurrir entre
los jóvenes poetas, en el rechazo a ciertas normas, en
la afinidad con ciertas lecturas. He dicho que son jó-
venes. En realidad son muy jóvenes, y también son, a
su manera, vigorosos y creen en el poder lenitivo de la
literatura. Recitan a Homero y Frank O'Hara, a Ar-
quíloco y John Giorno, y sus vidas discurren, aunque
ellos no lo saben, en el borde del abismo..."

MUERTE DE ULISES
"...Este pendejo estaba tocando el timbre en el departamento de Uli-
ses Lima, dice el primer gordo. ¿Conociste a Ulises
Lima?, dice el gordo del bigotito. Sí, dice Belano, fui
su amigo. ¿Y tú como te llamas, cabrón? dice el gor-
do de la camiseta. Entonces Arturo Belano dice su
nombre y luego añade que se va a marchar, que sien-
te haberlos molestado, pero esta vez los tres gordos lo
miran con verdadero interés, como si lo vieran bajo
otro prisma, y el gordo de la camisera sonríe y dice no
me vaciles, tú no te puedes llamar Arturo Belano,
aunque por la forma como lo dice Belano se da cuen-
ta de que el otro, aunque no lo crea, quiere creerlo."

El secreto del mal
Roberto Bolaño
184 Páginas
1era Edición, 2007
Anagrama

viernes, 1 de enero de 2010

La contadora de películas

"Como en casa el dinero andaba a caballo y nosotros a pie, cuando a la Oficina llegaba una película que a mi padre —sólo por el nombre del actor o de la actriz principal— le parecía buena, se juntaban las monedas una a una, lo justo para un boleto, y me mandaban a mí a verla. Después, al llegar del cine, tenía que contársela a la familia reunida en pleno en la pieza del living..."

Así comienza el nuevo libro de Hernán Rivera Letelier quién nos presenta la historia de María Margarita, una niña con el extraño don de contar películas

«Mientras tomaba mi taza de té y me preparaba a contar la película de pie contra la pared blanca, mi padre no se cansaba de repetir a sus invitados que aunque la película fuera en blanco y negro y a medida pantalla, esta niñita, compadres, parece que la contara en tecnicolor y cinemascope.»

La contadora de películas
Hernán Rivera Letelier
118 Páginas
1era Edición, Mayo 2009
Alfaguara