
EN ALGUNA PARTE - soy desmemoriado- Borges escribió que las
sirenas cambian de forma. Para los antiguos, podían manifestar-
se como vírgenes con cuerpo de pájaro, peces que sabían hilar, o
simplemente mujeres que vivían debajo del agua. Deidades, mons-
truos o demonios, su índole variaba tanto como su apariencia.
Borges termino su excursión por el país de las nereidas con un
tono de desencanto, comparando la cualidad evocativa de esas imá-
genes antiguas con la escueta versión moderna: "Sirenas: Supuesto
animal marino, leemos en un diccionario brutal".
Notable libro sobre la vida de un grande.
Muriendo por la dulce patria mía
Roberto Castillo Sandoval
316 Páginas
Primera Edición, Junio 1998
Planeta
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