domingo, 23 de junio de 2024



La muerte del comendador 
Libro 1: Una idea hecha realidad
Haruki Murakami
1era Edición Octubre 2018
476 Páginas
TusQuets Editores

1 Si la superficie estaba empañada
Desde el mes de mayo de aquel año hasta principios del
año siguiente viví en una casa en lo alto de unan mon-
taña junto a un estrecho valle, en el que durante el ve-
rano llovía sin parar a pesar de que un poco más allá
estuviera despejado. Esto se debía a que desde el mar,
que se hallaba bastante próximo, soplaba una brisa del
sudoeste carga de humedad que entraba en el valle,
ascendía por las laderas de las montañas y terminaba
por precipitarse en forma de lluvia. La casa estaba justo
en la linde de ese cambio meteorológico y a menudo se
veía despejado por la parte de delante, mientras que por
atrás amenazaban unos nubarrones negros. Al principio
me resultaba de lo más extraño, pero me acostumbré
enseguida y terminó por convertirse en algo normal.


Los apodos de la roja 
Danilo Díaz y Axel Pickett
163 Páginas 
1era Edición Noviembre 2014
Cinco ases


Hombres que llegan a un pueblo
Hernán Rivera Letelier
315 Páginas 
1era Edición Agosto 2022
Alfaguara

Un hombre llega a Altagracia
Un hombre llega a Tricolor
Un hombre llega a Los Dones

Ahí va Tristán el Triste, profesor de música y genio del
violín, aunque él no lo acepte. Ahí va tranqueando en
pleno desierto, siguiendo una ardiente huella de tierra
camino a su confinamiento.
Es pasado el mediodía y en el aire no flamea una
hilacha de viento.
Sobre su cabeza el sol es una piedra en llamas.




Había una vez un pájaro
Alejandra Costamagna
80 Páginas 
1era Edición Santiago: Editorial Cuneta 2013
Cuneta 


Nadie nunca se acostumbra
Jani quiere pensar que la perra va a estar bién. Que si
su padre lo dice, la Daysi va a estar bién. ¿Qué le va
a pasar en unos días?, ha dicho el padre. La vecina le 
va a dar comida, la va a llevar a la plaza. Dile chao y
ayúdame con las maletas. Y Jani se despide de la perra,
dame la patita, y sube con su padre a la citroneta. Por
primera vez viajan juntos, solos. Es una madrugada de
diciembre de 1975. Una telaraña azul, el cielo, cuando
el padre y la hija enfilan por la Panamericana Norte ha-
cia Los Andes y luego los Caracoles y el Cristo Reden-
tor y San Luis y la pampa demasiado quieta y alguna
bandada de pájaros de repente y bien al final Campa-
na, el pueblo donde vivieron sus padres hasta que se
trasladaron a Chile; ese lugar con olor a caucho donde
hoy sigue viviendo la hermana menor de su madre, la
tía Bettina. Y no sólo viviendo, sino trayendo al mun-
do a una criatura que es la primera y única prima de
Jani, qué acontecimiento. Por eso viajan en diciembre 
el padre y la hija, apurados, una semana como mucho.
Y también porque a la vuelta Jani se irá con Milena, su
madre, al sur. Solas al sur. Ah, pero su padre le ha pe-
dido que por favor, hija, no la mencione en Campana.