lunes, 30 de diciembre de 2024

El mundo según Sheldon 
Tony de la Torre 
Primera edición junio de 2015
223 páginas
Editorial El Ateneo 

Parte I
Knock, Knock, Knock 
Sheldon y él mismo 

1. Penny, Penny, Penny

Sheldon siempre, siempre, siempre golpea tres veces la puerta 
del departamento de Penny, por supuesto, y la llama por su nombre 
otras tres. A Penny, a Leonard o a quien sea. Sheldon hace lo mismo 
con todas las puertas y todas las personas. ¿Por qué lo hace? Algunos 
dirían que es algo raro, y posteriormente pasarían a calificar a Sheldon 
como un tipo raro. ¡Una afirmación absurda! Sheldon no es un tipo 
raro. Porque si fuera así, tú no estarías leyendo este libro.

Sheldon es el protagonista de una de las series de más éxito de 
la televisión, con millones de espectadores en todo el planeta. Millo-
nes de espectadores que ríen con él y conectan con sus referencias 
al mundo del cómic, las series y películas de ciencia ficción y los vi-
deojuegos. De este modo es imposible considerar a Sheldon como 
un tipo raro, pues cuando tanta gente se identifica con un personaje 
este deja automáticamente de ser raro: no puede ser raro algo que 
interesa a una mayoría, ¿verdad? Es sentido común.

El propio Sheldon se lo explica Penny cuando ella dice que 
Howard es raro: 

Penny: Eres un poco peculiar, como Howard. 
Sheldon: Discúlpame, Penny, pero en esta habitación, tú 
eres la peculiar. 

Penny se queda sorprendida, pero no hay duda de qué él tiene ra-
zón: en una habitación en la que se encuentra Sheldon Howard, Raj 
y Leonard, la que es diferente, la alienígena del grupo, es ella. Pue-
de que Penny no sepa diferenciar entre Star Wars y Star Trek, pero los 
protagonistas de The Big Bang Theory si pueden, y los seguidores de 
la serie también.

Charles Bukowski 
Se busca una mujer 
Primera edición 1979 
268 páginas
Editorial Anagrama 

SE BUSCA UNA MUJER

Edna bajaba por la calle con su bolsa de la compra 
cuando pasó a la altura del automóvil. Había algo escrito 
en la ventanilla lateral: 

     SE BUSCA UNA MUJER

Se detuvo. Era un cartón colocado en la ventanilla con 
un papel pegado. En su mayor parte estaba escrito a má-
quina. Edna no podía leerlo desde el lugar de la acera en 
que se encontraba. Sólo veía las letras grandes: 

     SE BUSCA UNA MUJER

Era un coche nuevo y caro. Edna cruzó el césped y se 
acercó a leer la parte mecanografiada: 

Hombre de 49 años. Divorciado. Busca una mujer 
con fines matrimoniales. Que tenga entre 35 y 44 años. 
Me gustan la televisión y los films. La buena comida.
Soy contable y tengo trabajo seguro. Tengo dinero en el 
banco. Me gustan las mujeres algo rellenas. 

Edna tenía 37 años y estaba algo rellena. Había un 
número de teléfono. También había tres fotos del caba-
llero que buscaba una mujer. Parecía rico y elegante, con 
su traje y su corbata. También parecía algo estúpido y un 
poco cruel. Y hecho de madera, pensó Edna, hecho de 
madera… 

Siguió su camino sonriendo levemente. También sen-
tía una especie de repulsión. Pero cuando llegó a su apar-
tamento ya se había olvidado de todo. Fue varias horas 
más tarde, sentada en la bañera, cuando comenzó a pensar 
en él de nuevo, y esta vez pensó en lo solo, en lo terrible-
mente solo que debía de encontrarse para haber llegado a 
hacer una cosa así: 

     SE BUSCA UNA MUJER


La batalla de las pioneras 
Crónica de la primera Selección Chilena femenina y del difícil camino de las mujeres en el fútbol primera división 
Rodrigo Retamal 
Primera edición septiembre 2018
172 páginas 
Trayecto Comunicaciones

Parte 1: la historia reciente del fútbol femenino chileno

Una clasificación en plena "ola feminista"
Las reivindicaciones del género y impactaron con tal fuerza que su 
onda expansiva derivó en un fenómeno bautizado como "ola femi-
nista", el que se transformó en el movimiento reivindicatorio feme-
nino más importante de la historia de Chile a partir de la extensión
y amplitud de su visibilidad. Se trató de una manifestación social 
que se tradujo en apasionadas discusiones y manifestaciones que a 
ningún actor político dejaron indiferente.

La primera gran manifestación femenina en nuestro país tuvo 
como motivo la exigencia del derecho a votar, lo que finalmente 
consiguieron a través de la Ley de Sufragio Femenino Universal de 
1949 durante el gobierno del radical Gabriel González Videla. Así, a 
partir de ese instante, las mujeres pudieron votar también en las elec-
ciones presidenciales y parlamentarias. Antes, en 1934 y con Arturo 
Alessandri Palma como jefe de Estado, se había aprobado el sufragio 
femenino sólo para votar en elecciones municipales.

Más tarde, durante la década de 1980, la aspiración de demo-
cracia que vivía Chile también llegó al hogar. Y esto último cobró 
trascendencia porque acabó siendo la entrada del concepto de igual-
dad en el espacio privado en temas tales como la sexualidad, la dis-
tribución de los roles y el acceso a la vida laboral. Dicha reclamación 
femenina provino de una oleada internacional posterior a la Segunda 
Guerra Mundial, momento en que las mujeres regresaron al hogar 
después de haber ocupado los puestos de trabajo mientras los hom-
bres se encontraban en el campo de batalla, y que se manifestó 
en la década de 1960 en Estados Unidos con un marcado acento en la 
liberación sexual.Plantilla de Entrada

Un verdor terrible 
Benjamín Labatut 
Primera edición abril 2020 
216 páginas.
Anagrama 

Azul de Prusia 
La singularidad de Schwarzschild 
El corazón del corazón 
Cuando dejamos de entender el mundo. 
Epílogo. El jardinero nocturno

Durante un examen médico realizado en los meses 
previos a los juicios de Núremberg, los doctores nota-
ron que las uñas de las manos y los pies de Hermann 
Göring estaban teñidas de un rojo furioso. Pensaron 
-equivocadamente- que el color se debía a su adicción 
a la dihidrocodeína, un analgésico del que tomaba más 
de cién pastillas al día. Según William Burroughs, su 
efecto era similar al de la heroína y al menos dos veces 
más fuerte que el de la codeína, pero con un filo eléc-
trico parecido al de la coca, razón por la cual los médicos 
norteamericanos se vieron obligados a curar a Göring 
de su dependencia antes de que compareciera frente al 
tribunal. No fue fácil. Cuando las fuerzas aliadas lo 
capturaron, el líder nazi arrastraba una maleta que no 
sólo contenía el esmalte con que Göring se pintaba las 
uñas cuando se disfrazaba como Nerón, si no más de 
veinte mil dosis de su droga favorita, casi todo lo que 
quedaba de la producción alemana de ese fármaco a 
finales de la Segunda Guerra Mundial. Su adicción no 
era excepcional: prácticamente todas las tropas de la 
Wehrmacht recibían metanfetaminas en tabletas como 
parte de sus raciones.

sábado, 21 de diciembre de 2024


Historia Secreta de Chile 3
Jorge Baradit
Primera edición agosto de 2017
194 páginas
Penguin Random House Grupo Editorial 

La tragedia más grande de nuestra historia 

Era 9 de diciembre de 1863. Santiago amaneció envuelto en 
una niebla extraña. La ceniza se mezclaba con el olor a carne 
quemada y de aceites indefinibles. Algunos madrugadores en-
volvían sus narices en pañuelos para filtrar el olor que a ratos 
se tornaba nauseabundo. Ellos sabían que, de algún modo, 
estaban respirando cadáveres, restos humanos calcinados y 
convertidos en pequeñas partículas que flotaban por la capi-
tal, envolviéndolos en la nube negra de la tragedia. Sobre las 
calles de la ciudad planeaban, a la deriva, restos microscópi-
cos de hijas, de esposas y abuelas que murieron quemadas, 
reducidas a polvo de carbón que se acumulaba en callejones, 
aceras, y caía sobre los techos de las casas. Era un espíritu fan-
tasmagórico del tamaño de una ciudad que entraba por venta-
nas, puertas y narices para cubrirlo todo. El silencio inundaba 
espeso el corazón, pero también los edificios, las plazas, los 
paladares. Sólo el ruido de las carretas que golpeaba los ado-
quines de la calle de La Bandera tenían permiso para romper 
el dolor que hacía callar hasta los pájaros. Iban cargada de 
masas amorfas, de cuerpos pegados unos a otros de tal forma 
que creaban esculturas terroríficas, monstruos con muchos 
brazos, pólipos y cabezas espolvoreadas con cal. A medida que 
avanzaban por las calles de Santiago, las carretas iban dejando 
una traza de blanco y de negro en su camino hacia el Cemen-
terio General. Ciento cuarenta y seis carretas, en hilera y cu-
lebreando entre las calles, las recorrían dibujando en carbón 
y tiza una palabra en la ciudad más triste del mundo por esos 
días, Santiago de Chile.

Los amigos 
Kazumi Yumoto 
Primera edición marzo de 2015
214 páginas 
Nocturna Ediciones 

1

Desde que comenzó junio no ha hecho más que llover. Aquel día 
también llovía a cántaros, así que la apertura de la piscina se había 
retrasado hasta el día siguiente. Yo observaba ensimismado las "hojas 
fantasmales" a través de la ventana. Las llamábamos así porque tie-
nen forma de mano y son tan grandes como una calabaza. Habían 
crecido tanto que alcanzaban en el segundo piso. Y cada vez que llovía, 
crecían más. Cuando llegaban en invierno, se caían y parecían haber 
muerto, pero renacían con la primavera y en verano volvían a llenar 
todo con su presencia fantasmal.

Estaba en el segundo año cuando comencé a llamarlas "hojas fantas-
males". Era más bajito, aunque todavía no me llamaban "espárrago", y 
conservaba los dientes de leche y no las dos paletas gigantes que tengo 
ahora. En definitiva, era un niño muy mono. Mi mayor preocupación 
era la comida de la escuela: si nos ponían algo asqueroso que no había 
quien se lo comiera o algo que me gustaba. Los chicos de sexto que 
jugaban al béisbol me parecían enormes y fuertes. Me daban miedo.

Los amigos eran Kawabe, Kiyama y Yamashita.



El modelo de Pickman
Novela Gráfica
Adaptación libre de un relato de H.P.Lovecraft
Villarroel - Aiquel - Luco
Primera edición diciembre 2008
64 Páginas
Midia 

1899 Cuando los tiempos chocan
Francisco Ortega - Nelson Dániel
Primera Edición Junio 2011
158 páginas 
Grupo Editorial Norma

¿Quién quemó el metro?
Las revelaciones de una investigación periodística y forense 
Colección 18 de octubre
Josefa Barraza Díaz 
Carlos Gutiérrez Ayala
Primera edición junio de 2023 
182 páginas
LOM editores

Evadir, no pagar, otra forma de luchar 

Esta historia inicia el viernes 4 de octubre de 2019, cuando 
el panel de Expertos del Transporte Público anunció una 
nueva alza del precio del Metro de Santiago, el Tren Central 
y los buses Red (ex Transantiago), el que iba a regir a partir 
del domingo 6 de octubre. Esta alza se traduciría en en que el 
pasaje de Metro y Tren Central en hora punta sería de $830, 
mientras que para estudiantes y adultos mayores el boleto 
se mantendría en $230.

"El reajusta asociado al cambio del indexador conside-
ra entre sus principales factores la variación del precio del 
petróleo Diésel, el Índice de Precio al Consumidor, el in-
cremento del costo de mano de obra, la tasa de cambio, entre 
otros, fue una de las explicaciones del Panel de Expertos a 
través de un comunicado de aquel entonces. 

Mientras que desde el Ministerio de Transportes y Te-
lecomunicaciones afirmaron ese mismo día en su cuenta de 
Twitter que esta alza es compleja para muchas personas, y 
que su compromiso es continuar trabajando día a día por 
mejorar la calidad del servicio y ampliar las alternativas de 
elección a los pasajeros del sistema". 

No obstante, lo anterior provocó una serie de manifes-
taciones y evasiones masivas que el Panel de Expertos y el 
gobierno de Sebastian Piñera no previeron. 

Es así como empieza el estallido social es así como em-
pieza este libro.


COCHRANE VS. CTHULHU
Gilberto Villarroel
Primera edición mayo de 2017  
Penguin Random House grupo editorial

Loic Eonet, capitán de dragones de la Guarda Imperial de 
Napoleón I, terminaba su austera cena, compuesta por dos 
rebanadas de pain de champagne duro, sopa de verduras, restos 
de saicisson, un trozo de queso y una jarra de vin rouge de
Bourdeaux, cuando un soldado llamó la puerta de la cel-
da de piedra donde había instalado su cuartel y le comunicó 
que los centinelas anunciaba la llegada de un bote. Eonet 
tomó de inmediato su sable reglamentario, se echó encima 
su capote, se cubrió la cabeza con el bicornio y salió al patio, 
haciendo sonar sobre los adoquines los tacones de sus botas 
de caballería.

No terminaba de acostumbrarse molesto eco que ca-
da sonido provocaba en aquel patio de forma ovalada, rodea-
do por tres niveles de galerías de piedra con arcos de medio 
punto, que por dentro daban a la construcción el aspecto de 
un coliseo romano en vez de lo que era realmente: la fortaleza 
secreta más preciada del Emperador de los franceses.

Por fuera, en cambio, Fort Boyard - o "el navío de pie-
dra", como lo llamaban los soldados- valía cada barra de oro 
invertido en su construcción.Era un castillo artillado de pa-
redes lisas, con una planta baja y dos pisos. Sus tres hileras de 
ventanas enrejadas escondían, en algunos casos, las portas de las 
casamatas de los cañones y, en otros, las habitaciones de la tropa.

Héroes
Historia Secreta de Chile
Jorge Baradit
Primera edición Septiembre 2019
183 páginas

ÁGUEDA MONASTERIO
Espía y agitadora de nuestra independencia

En el colegio nos enseñan la Independencia de Chile como 
si se tratara de un proceso lineal que comienza de repente en 
1810 con la primera junta de gobierno y que termina con la 
batalla de Maipú, en 1818. Nos explican el proceso como si 
fuera un partido de fútbol.

El pitazo inicial del primer tiempo, la Patria Vieja, lo da 
Mateo de Toro y Zambrano. En la cancha se enfrentan los Ca-
rrera, O’Higgins y sus hombres contra los malditos españoles 
(que en realidad también eran chilenos, sólo que partidarios 
de seguir siendo súbditos del imperio español). La estrate-
gia de los primeros minutos de partido parece responder a la 
perfección al plan, pero pronto los realistas contratacan con 
fuerza. A Carrera le pesa la camiseta de estratega, por lo que le 
quitan la jineta de capitán y se le entregará O’Higgins, quien 
tampoco de la talla al momento de reordenar sus líneas. Los 
realistas continúan presionando y avanzan desde Talcahuano 
hasta tomarse el medio campo. Los patriotas retroceden, pe-
leándose entre ellos. Nuestro equipo ya es una bolsa de gatos 
ególatras y siguen perdiendo metros hasta que ¡paf!, a la altura 
de Rancagua, el área chica, sufren un ataque coordinado que 
simplemente los hace pedazos. Uno a cero.



El manto 
Marcela Serrano 
Primera edición noviembre de 2019 
184 páginas 
Penguin Random House Grupo Editorial

Alguna vela llevo yo en este entierro. Después de todo, 
mi hija heredó su nombre. 

Se llamaba Margarita María Macarena. Muchas M a
cuestas. Nació el 15 de junio de 1950, en la mitad del 
año que dividió en dos el siglo pasado. La tercera de 
cinco hermanas, otra vez al medio. Todo partido por la 
mitad. Era Géminis.

viernes, 20 de diciembre de 2024


Una mujer en Villa Grimaldi 
Nubia Becker Eguiluz 
Primera edición noviembre de 2011 
115 páginas
pehuén

1. LA CAÍDA 
ESA NOCHE EL TERROR endureció mi piel y mis rodillas sonaron como cas-
cabeles: tanto era lo que temblaban sin que yo pudiera sosegarlas. Había 
perdido toda sensación de espacio y de equilibrio, pero aun así me esfor-
zaba por encontrar algún indicio de claridad, y de establecer aunque fuera 
una mínima relación con este mundo. Pero el scotch y la venda con que 
sellaron mis ojos no dejaban filtrar la luz. Por eso mismo se me agudizó el 
oído y se me grabaron todos los sonidos de esa travesía

Escuchaba el jadeo de los hombres excitados por la violencia y los in-
sultos con que ordenaba nuestros movimientos. Sentía a mi lado el tem-
blor de otras rodillas, las de Marcela, y a mis pies la respiración de Carlos 
que, maniatado, permanecía de bruces en el fondo del vehículo.

No escuchaba a Samuel, ¿Iba con nosotros; al lado de Carlos, tal vez? 
No, no iba con nosotros. Después supe que unos cuantos hombres 
del grupo operativo llamado Halcón que nos atrapó, al mando del capitán 
de Ejército Miguel Krassnoff- más un oficial de Carabineros, de apellido 
Laurence y el oficial de Ejército llamado teniente Paulito, reforzado por el 
civil Osvaldo Romo o guatón Romo, el suboficial de carabineros Basclay 
Zapatal, apodado el Troglo y la suboficial Rosa Humilde, a la que llamaban 
la Comandanta-, se lo llevaron en un Fiat, que hizo relevo en la Escuela 
de Sub-Oficiales de Carabineros, a la Villa Grimaldi.

El cazador de historias 
Eduardo Galeano
Primera edición 2016 
272 páginas 
Siglo XXI editores 

Huellas 
El viento borra las huellas de las gaviotas. 
Las lluvias borran las huellas de los pasos humanos. 
El sol borra las huellas del tiempo. 
Los cuentacuentos buscan las huellas de la memoria 
perdida, el amor y el dolor, que no se ven, pero no se 
borran.


Lilus Kikus
Elena Poniatowska
Ilustradora Fernanda Piderit
Primera Edición Mayo 2020
Recrea Libros

"Lilus Kikus... Lilus Kikus... ¡Lilus Kikus, te estoy hablando!". 
Pero Lilus Kikus, sentada en la banca de la calle, está 
demasiado absorta operando a una mosca como para oír 
los gritos de su mamá. Lilus nunca juega en su dormitorio, 
ese cuarto que el orden ha echado a perder. Mejor juega en 
la esquina de la calle, debajo de un árbol chiquito, plantado 
en la orilla de la vereda. De allí ve pasar a los autos y a las 
gentes que caminan muy apuradas, con cara de que van a 
salvar el mundo...

Lilus crees en las brujas y se cose en los calzones un ramito 
de hierbas finas, romerito y pastitos; un pelo de Napoleón, 
de los que venden en la escuela por diez pesos. Y su diente, 
el primero que se le cayó. Todo esto lo mete en una bolsita 
que le queda sobre el ombligo. Las niñas se preguntarán 
después en la escuela cuál es la causa de esa pretuberancia.

En una cajita, Lilus guarda también la cinta negra de un 
muerto, dos pedacitos grises y duros de uñas de pie de su 
papá, un trébol de tres hojas y el polvo recogido a los pies 
de un Cristo en la iglesia de Nuestra Señora de la Piedad. 
Desde que fue al campo de un tío suyo, Lilus encontró 
sus propios juguetes. Allá tenía un nido y se pasaba horas
enteras mirándolo fijamente, observando los huevitos y las 
briznas de que estaba hecho. Seguía paso a paso, y con 
gran interés, todas las ocupaciones del pajarito...