Las últimas horas del Che
J.J. Benítez
Primera edición 2017
164 páginas
Planeta
Diario de Roselló
Nada de lo planeado salió como se esperaba...
¿Fue un desastre minuciosamente planificado?
Yo así lo creo.
Pero mejor será que arranque por el principio.
Conocí al Che en la Sierra Maestra, en plena revolu-
ción. Yo tenía dieciocho años.
Era un guajiro, un campesino. Allí había nacido. Allí
perdí a mis padres. Y allí me casé. Mi esposa se llamaba
Mami. Era igualmente guajira y muy bella.
Pero un día llegaron unos soldados de la Guardia Ru-
ral, al servicio de Batista, y nos acusaron de no sé qué.
Arrastraron a Mami hasta el monte y allí la mataron, a
tiros. Y la dejaron como un animal, entre las matas. Sólo
tenía quince años.
A partir de esos momentos decidí vengarme de Ba-
tista.
Pero ¿cómo? Yo era analfabeto. Ni siquiera tenía un
arma.
Y supe que unos barbudos andaban por la sierra, en
lucha contra Batista, el dictador. En el mes de enero de
1957.
Me acogieron y me hablaron de la revolución. Pero
yo no sabía que era eso. Yo solo decía va a vengarme.
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