
Quizás por eso, cuando hace poco nos citamos para almorzar, hablamos mayormente del pasado, de lo que fue, de "nuestra época". Si, hay que reconocerlo: empleamos, sin advertirlo, esa expresión nostálgica, dulzona y adictiva que la gente llegada a la mediana edad empieza a usar para hablar de su primera ju- ventud. "En mi tiempo...", dicen (como si nin- gún otro tiempo, salvo el de la juventud, pu- diera pertenecerles). Y al decirlo pareciera que su tiempo ya hubiese pasado. Como si ya estu- vieran, un poco, muertos.
Almuerzo de vampiros
Carlos Franz
268 Páginas
1era Edición, Agosto 2007
Alfaguara
No hay comentarios:
Publicar un comentario