lunes, 10 de enero de 2011

La soledad de los números primos


Alice della Rocca odiaba la escuela de esquí. Odiaba tener que
despertarse a las siete y media de la mañana incluso en Navi-
dad, y que mientras desayunaba su padre la mirase meciendo
nerviosamente la pierna por debajo de la mesa, como dicién-
dole que se diera prisa. Odiaba ponerse los leotardos de lana,
que le picaban en los muslos, y las manoplas, que le impedían
mover los dedos, y el casco, que le estrujaba la cara y tenía un
hierro que se le clavaba en la mandíbula, y aquellas botas, que
siempre le iban pequeñas y la hacían andar como un gorila.

Cuando los dos gemelos eran pequeños y Michela hacía al-
guna de las suyas, por ejemplo lanzarse por la escalera con el
tacatá o meterse un guisante en la nariz -que luego había
que sacarle en urgencias con unas pinzas especiales-, su pa-
dre siempre se dirigía a Mattia, el primero que nació, y le de-
cía:"Mamá tenía el útero demasiado estrecho para los dos",
o:"A saber la que armasteis ahí dentro. Seguro que de tanto
patear a tu hermana la desgraciaste." Y se echaba a reír, aun-
que la cosa no tenía ninguna gracia; y aupaba a Michela y le
restregaba la barba por la carita...

Existen entre los números primos algunos aún más especiales. Son aquellos que los matemáticos llaman primos gemelos, pues entre ellos se interpone siempre un número par. Así, números como el 11 y el 13, el 17 y el 19, o el 41 y el 43, permanecen próximos, pero sin llegar a tocarse nunca. Esta verdad matemática es la hermosa metáfora que el autor ha escogido para narrar la conmovedora historia de Alice y Mattia, dos seres cuyas vidas han quedado condicionadas por las consecuencias irreversibles de sendos episodios ocurridos en su niñez. Desde la adolescencia hasta bien entrada la edad adulta, y pese a la fuerte atracción que indudablemente los une, la vida erigirá entre ellos barreras invisibles que pondrán a prueba la solidez de su relación.
Es un libro magníficamente escrito, con un buen pulso narrativo y sobretodo con una capacidad de caracterizar personajes, sentimientos y situaciones espectacular. Cargado de una tristeza y un sentimiento que te llega desde el principio hasta el final. Además de la “especial” relación entre los protagonistas, pone énfasis sobre cómo los afectos paterno-filiales de la infancia se pueden convertir en tedio y desidia por culpa de la rutina, el desafecto y ciertos traumas sin solución.
Un libro distinto, que sorprenderá a lo largo de sus páginas.

La soledad de los números primos
Paolo Giordano
286 Páginas
Primera Edición, Febrero 2009
Salamandra

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