jueves, 18 de febrero de 2016

Nosotras que nos queremos tanto



Nosotras que nos queremos tanto
Marcela Serrano
1era. edición 1991
358 Páginas
Alfaguara

Jardín de Cemento



Jardín de Cemento
Ian McEwan
1era. edición, Abril de 1982
188 Páginas
TusQuets

Al sur de la frontera, al oeste del Sol



Al sur de la frontera, al oeste del Sol
Haruki Murakami
1era. edición, Octubre 2003
272 Páginas
TusQuets

La importancia de llamarse Ernesto



La importancia de llamarse Ernesto
Oscar Wilde
79 Páginas

Barragán



Barragán
Pavel Oyarzún Díaz
1era. edición 2009
400 Páginas
LOM ediciones

El Paso del Diablo



El Paso del Diablo
Pavel Oyarzún Díaz
1era. edición 2004
112 Páginas
LOM Ediciones

El baile de la victoria



El baile de la victoria
Antonio Skármeta
1era. edición, Octubre 2003
376 Páginas
Planeta

Un padre de película



Un padre de película
Antonio Skármeta
1era. edición, Octubre 2010
147 Páginas
Planeta

Ardiente Paciencia



Ardiente Paciencia
Antonio Skármeta
1era. edición, Junio 1985
154 Páginas
Sudaméricana

Los días del arcoíris



Los días del arcoíris
Antonio Skármeta
1era. Edición, Mayo 2011
234 Páginas
Planeta

La muerte juega a ganador



La muerte juega a ganador
Ramón Díaz Eterovic
1era. Edición 2010
274 Páginas
LOM Editores

Ángeles y solitarios



Ángeles y solitarios
Ramón Díaz Eterovic
1era. Edición 1995
265 Páginas
Editorial LOM

La imposible ruptura del señor espejo



La imposible ruptura del señor espejo
José Edwards
1era Edición, 2012
271 Páginas
La Pollera Ediciones

Av. 10 de julio Huamachuco

Av. 10 de julio Huamachuco
Nona Fernández
1era Edición, Octubre 2007
261 Páginas
Uqbar Editores

La danza de los cuervos



La danza de los cuervos
Javier Rebolledo
276 páginas
1era Edición, 2012
Ceibo Ediciones

miércoles, 17 de febrero de 2016

Elogio del Maracanazo


Matías me preguntó si estaba nervioso. Le dije
que no. No sé si me habrá creído, era evidente que sí lo
estaba. Pensaba que se me debía notar en la cara. En las
manos. En ese movimiento que solía hacer con el dedo
pulgar y el dedo índice sobre la barbilla, como
buscando una explicación al estado de angustia que me 
tenñia inquieto.

Compañero de aventuras desde el colegio, Matías
sabía que la ansiedad me estaba matando. Sabía que lo
mejor era que no me hablara. Mi impaciencia no tenía
solución. Sólo había que dejar que pasaran las horas.
Tal como cuando fuimos a conocer a Elías Figueroa a
Villa Alemana, la historia se repetía. El día antes del
encuentro yo estaba descontrolado. El síntoma era el
mismo. La espera provocaba picazón en mi cuerpo. 

Elogio del Maracanazo
Victor Hugo Ortega C.
136 páginas
1era Edición, Julio 2013
Alfaguara

El misterio de las Tanias

En las noches frías de Chicago, Bobby y yo bebía-
mos dry martinis y conversábamos por hora de horas
sobre los temas que nos obsesionaban. Yo hablaba sobre
distancia, geofrafía y nostalgia, y Bobby sobre historia,
escritores y poetas. Años después, cuando supe que había
muerto, pensé en Joan Manuel Serrat y el poeta Mi-
guel Hernández. Después ya no pensé en nadie y me
puse a llorar desconsoladamente. Recordé su cara risue-
ña, el mechón de pelo claro sobre su frente y volví a verlo
como aquel día de mayo de 1969 - casi treinta años
atrás- en que se había aparecido en nuestras vidas, para
no salir de ella jamás.

El misterio de las Tanias
Sebastián Edwards
374 páginas
1era Edición, Abril 2007
Alfaguara