jueves, 22 de septiembre de 2016

Fragmentos de un cuaderno manchado de vino


Fragmentos de un cuaderno manchado de vino
Charles Bukowski
360 páginas
1era Edición, Octubre 2009
Anagrama

Minuto 119


Minuto 119
La historia no oficial de la Roja en Brasil 2014
Cristian Arcos
172 páginas
1era Edición, Septiembre 2014
Planeta

El futuro no es nuestro


EL FUTURO NO ES NUESTRO

Edición de Diego Trelles Paz
Reseña: 

"El futuro no es nuestro" es una antología que reúne a 20 destacados y premiados escritores jóvenes latinoamericanos nacidos después de 1970.  Esta antología ha sido publicado simúltaneamente en Bolivia y Argentina y Uqbar Editores secomprometió con la edición en Chile en un esfuerzo por difundir la creación de escritores jóvenes que, a su vez,  configuran una nueva geografía literaria en la región.
"Aquí hay violencia, hay suspenso, hay poesía, hay un erotismo más bien perverso, todo contado en el formato de experiencias íntimas, pequeñas. El peruano Diego Trelles Paz logró lo que pocos antólogos: un libro parejo, de alto nivel." (Gabriela Cabezón Cámara, Clarín, Argentina).
 "El escritor peruano Diego Trelles Paz en su flamante y estupenda antología de nueva narrativa latinoamericana "El futuro no es nuestro" plantea una vuelta de tuerca muy oportuna para el añoso alarido punk." (Raúl Cachay A., El comercio, Perú)

 Entre sus autores:

Diego Trelles Paz (Perú) - Prólogo
Oliverio Coehlo (Argentina) - Sun-Woo
Samanta Schweblin (Argentina) - En la estepa 
Giovanna Rivero ( Bolivia) - camas Gemelas
Santiago Nazarian (Brasil) - Espinazo de Pez
Antonio Ungar (Colombia) - Hipotéticamente
Juan Gabriel Vásquez (Colombia) - Los curiosos
Ena Lucía Portela (Cuba) - Huracán
Andrea Jeftanovic (Chile) - Árbol Genealógico
Lina Meruane (Chile) -  Hojas de Afeitar
Ronald Flores (Guatemala) - Una historia cualquiera
Tryno Maldonado (México) - Variación sobre temas de Murakami y Tsa Hsueh-Kin
Antonio Ortuño (México) - Pseudoefedrina 
María del Carmen Pérez (Nicaragua) - Sin luz artificial
Carlos Wynter Melo (Panamá) - Boxeador
Daniel Alarcón (Perú) - Lima, Perú, 28 Julio de 1979
Santiago Rocagliolo (Perú) - Un desierto lleno de agua
Yolanda Arroyo Pizarro (Puerto Rico) - Rapiña
Ariadna Vásquez (República Dominicana) - Náufraga en Naxos 
Ignacio Alcuri (Uruguay) - Sopa de Pollo 
Slavko Zupcic (Venezuela) - Amor que a otro puerto perteneces

El futuro no es nuestro
Diego Trelles Paz
198 páginas
1era Edición, Enero 2010
Uqba Editores

martes, 20 de septiembre de 2016

Milan Kundera

Bibliografía

    Novelas
    • La broma (Žert) - 1967.
    • La vida está en otra parte (Život je jinde) - 1972.
    • La despedida (Valčík na rozloučenou) - 1973.
    • El libro de la risa y el olvido (Kniha smíchu a zapomnění) - 1979.
    • La insoportable levedad del ser (Nesnesitelná lehkost bytí) - 1984.
    • La inmortalidad (Nesmrtelnost) - 1988.
    • La lentitud (La Lenteur) - 1995.
    • La identidad (L'Identité) - 1998.
    • La ignorancia (L'Ignorance) - 2000.
    • La fiesta de la insignificancia (La fête de l'insignifiance) - 2014.
    Relatos
    • El libro de los amores ridículos (Směšné lásky) - 1968.
    Poesía
    • El hombre es mi jardín (Člověk zahrada širá) - 1953.
    • Monólogos (Monology) - 1957-1965.
    Teatro
    • Jacques y su amo: Homenaje a Denis Diderot en tres actos (Jakub a jeho pán: Pocta Denisu Diderotovi) - 1981.
    Ensayos
    • El arte de la novela (L'Art du roman) - 1986, siete ensayos unidos.
    • Los testamentos traicionados (Les Testaments trahis) - 1992.
    • El telón (Le Rideau) - 2005, ensayo literario en torno a la novela.
    • Un encuentro (Une Rencontre) - 2009, varios ensayos sobre arte y literatura.

    La fiesta de la insignificancia



    No sé si La fiesta de la insignificancia cierra el ciclo narrativo iniciado en 1968 con La broma, una sátira del estalinismo escrita al calor de la malograda Primavera de Praga, pero es indudable que Milan Kundera (Brno, 1929), escéptico y desencantado, renueva su fe en el humor como absoluto emancipador. A diferencia de las ideologías, el humor no es grandilocuente, sino alegre, inocente y de una discreta belleza. Según el autor checo, que rompe un silencio de 14 años, el humor se mueve en la escala de lo humano y no en el dominio de las grandes construcciones intelectuales, que invocan la excelencia o la necesidad para justificar la barbarie. Kundera asocia el humor a la insignificancia. No es una forma de rebajar sus méritos, sino de exaltar el amor a lo posible, a lo que acontece sin estridencias. La insignificancia no es mediocridad, sino una mirada lúcida y otoñal que invita al mundo a reconciliarse con su imperfección. Solo un escritor que ha alcanzado y sobrepasado su madurez puede impartir esta lección, sorteando las trampas de la retórica y la solemnidad. 

    La fiesta de la insignificancia es novela, pero también es ensayo, introspección y teología. Es novela porque relata las peripecias de Alain, Ramón, Charles y Calibán, cuatro amigos que viven en París, litigando con sus éxitos y sus fracasos. Es ensayo porque profundiza en el totalitarismo como fenómeno político y social, y es introspección porque su interpretación de la historia se fundamenta en la disección de las emociones humanas, no en la mera exégesis de los hechos. Por último, es teología porque se atreve a hablar de Dios y los ángeles, observando que los mitos no soportan el contraste con la razón, pero resultan necesarios para habitar un mundo repleto de misterios y paradojas. 

    La trama de la novela es insignificante, pues solo incluye paseos, conversaciones y una fiesta de aroma buñueliano, donde lo absurdo es una fuerza imparable que liquida los convencionalismos sociales. Kundera introduce personajes menores, que adquieren vida con unas leves pinceladas, y una divertida evocación histórica de Stalin, charlando con sus colaboradores más íntimos. El personaje de Charles rescata una anécdota pueril del dictador georgiano para especular con la posibilidad de escribir una obra de marionetas, pues la esencia del poder totalitario solo puede expresarse mediante lo cómico y disparatado. Stalin es tan grotesco como Hitler, pero la risa que nos inspira se congela al reparar en su poder. Nadie se atreve a cuestionar sus órdenes y eso le permite actuar de una forma “absolutamente personal, caprichosa, irracional, espléndidamente extraña, soberbiamente absurda”. 

    Cuando se atribuye la caza de 24 perdices no pretende que le crean, sino despertar temor y temblor, como el Dios del Antiguo Testamento. Su relato es ridículo, pues afirma que después de matar a 12 perdices y comprobar que había agotado la munición, se marchó, repostó cartuchos y aniquiló a las 12 restantes, que no se habían movido del árbol donde descansaban despreocupadas. Jrushchov, Beria, Kalinin y Brézhnev no exteriorizan su estupor hasta que se reúnen en un urinario. No saben que el dictador les espía mediante un orificio, regocijado por sus reacciones de incredulidad y desprecio. Solo es una broma, pero ninguno es capaz de apreciarlo. El terror que inspira el poder totalitario ha inaugurado una nueva era, que ha significado el “crepúsculo de las bromas”. El humor es lo insólito después de Auschwitz, Hiroshima o el Gulag soviético, donde el hombre deviene objeto, como demuestran los bocetos de Zoran Music, pintor esloveno y superviviente de Dachau. Los cadáveres apilados a la puerta de los hornos crematorios han sufrido una horrorosa deshumanización antes de ser incinerados. 

    En este nuevo período, los tiranos convierten la risa en su privilegio. Stalin se permite cambiar el nombre de Königsberg por el de Kaliningrado. Kalinin es el presidente del Soviet Supremo, pero es un hombre insignificante con problemas de próstata. Stalin se divierte con él, cuando advierte que su vejiga está a punto de explotar. Sabe que no se atreverá a interrumpirle y acabará manchando el pantalón en su presencia. Stalin imita a los dioses griegos, que combaten el tedio arrojando desgracias sobre los hombres. Königsberg es la ciudad donde Kant nació y pasó su vida. No es una mala broma asignarle el nombre de un pobre esbirro, incapaz de controlar sus esfínteres. 

    Milan Kundera, que fue expulsado del partido comunista checo por su oposición a la intervención soviética, ajusta cuentas con el pasado, explorando la naturaleza del totalitarismo desde una perspectiva insólita. No es menos original su visión de la mujer y el destino de la humanidad. Alain recorre París, fascinado por el ombligo de las mujeres, nuevo fetiche sexual. Los muslos, los senos y las nalgas han sido desplazados por el ombligo. El amor ya no es la celebración de lo individual e irrepetible, sino la exaltación de lo idéntico y redundante. Las nalgas de la mujer amada nunca se olvidan, pero todos los ombligos son iguales e indiscernibles, reflexiona Alain, que contempla preocupado el ocaso de la individualidad. En el siglo XXI, no es necesaria una dictadura para que el individuo retroceda, pues la banalidad puede ser igualmente dañina. Para Alain, el ombligo no es tan solo un objeto erótico. Antes de abandonarle, su madre contemplaba su ombligo con una mezcla de compasión y desdén, pues deseaba evitar su nacimiento. 

    Las páginas que relatan su frustrado intento de suicidio y su inesperado desenlace son particularmente intensas y sobrecogedoras. No es menos inquietante su sueño de una caída interminable con un asesino esperándola en el suelo. No es la madre de Alain la que se despeña, sino Eva, la primera mujer, y el asesino que desea degollarla pretende aniquilar el pasado, el presente y el futuro de la humanidad. Eva carecía de ombligo, pues el ombligo encarna la continuidad de la vida, no su principio. El primer coito entre Adán y Eva -probablemente, nada placentero- alumbró una especie condenada a soportar hambre, masacres, penurias y humillaciones. Kundera esboza un nihilismo agravado por la sombra de la culpabilidad. Alain exclama: “Sentirse o no sentirse culpable. Creo que todo radica en eso. La vida es una lucha de todos contra todos”. Si existe la fraternidad, no es un aspecto del paisaje cotidiano, sino una rareza. 

    Kundera escarnece al ser humano con la perspectiva del narrador omnisciente, especialmente durante la estrambótica y tediosa fiesta que reúne a todos los personajes, pero no desemboca en un pesimismo como el de Schopenhauer, si bien se permite bromear sobre las virtudes de la castidad. El bien existe, no es una simple fantasía simbolizada por mitos como Dios y los ángeles. El bien es reconocer la insignificancia del mundo y amarlo. “Esa es la clave de la sabiduría”. Ignoró si a los 85 años Kundera ha escrito su testamento literario, pero no es improbable. Nos deja una apología del ser, el atisbo de una metafísica y una meditación sobre el poder, el sexo y la belleza. 

    La fiesta de la insignificancia es una magnífica comedia que nos deslumbra con su exaltación de la vida y su ironía sobre las diferentes facetas del ser humano, que ama sin saber por qué, desea sin entender qué le mueve y espera sin albergar ninguna certeza. 

    La fiesta de la insignificancia
    Milan Kundera
    138 páginas
    1era Edición, Septiembre 2014
    TusQuets

    lunes, 19 de septiembre de 2016

    Nuestos años verde olivo

    Un joven chileno sale de su país en 1974 hacia Alemania Oriental huyendo de la dictadura de Pinochet y buscando refugio en el comunismo. Allí se enamora de Margarita, nada menos que la hija del comandante Ulises Cienfuegos, poderoso embajador de Fidel Castro en Moscú. Con su ayuda parten hacia Cuba, donde, a solo noventa millas de Estados Unidos, la Revolución había surgido de la voluntad de las masas. Desde ‘la isla de la Libertad', y lejos de la sombra del régimen militar, esperaría a que su país natal recuperara su tranquila senda democrática. Pero rápidamente el socialismo cubano y la dictadura chilena adquieren para él angustiosas semejanzas. Huérfano de ideales políticos, y al tiempo que descubre que en Chile ya nada volvería a ser como había sido, varios de sus compañeros políticos y familiares se convierten poco a poco en peligrosos enemigos. Nuestros años verde olivo es un contundente testimonio sobre el desencanto que reemplazó a los esperanzadores efectos de la Revolución Cubana en las juventudes de todo el mundo. Roberto Ampuero narra de manera conmovedora lo que vivió durante el tiempo en que se refugió en la isla de Fidel, por lo que el libro fue -y continúa siendo- censurado en Cuba. En últimas, es una novela sobre la decepción política de una generación de revolucionarios en una etapa culminante de la Guerra Fría, cuando la renuncia al compromiso político era traición, el examen crítico de los ideales era pasarse al lado del enemigo, y abandonar la utopía podía significar la muerte.

    Flórez Ibarra: "Ampuero es un agente yanqui"
    Es el calificativo a su ex yerno, el escritor Roberto Ampuero, de parte de Fernando Flórez Ibarra quien a principios de los 60 fuera fiscal de los Tribunales Revolucionarios Cubanos, adjudicándosele un millar de muertes. "Charco de sangre" fue el mote que se ganó, el mismo que ocupó el chileno en su novela "Nuestros años verde olivo".

    "Gracias a que fue mi yerno, gracias a que fue a Cuba, el nombrecito que tiene, lo tiene por eso. Si no va a Cuba y no es mi yerno, no hay quien conozca ni donde nació Roberto Ampuero", afirma Flórez ante el sólo hecho de nombrar al escritor chileno o las primeras palabras del título de esa novela, que circula clandestinamente en Cuba y que habla horrores en la isla para quien no comparta sus ideas de izquierda. 

    Ampuero estuvo allí, vivió y se casó con una cubana, nada menos que la hija de Fernando Flórez Ibarra, quien entre 1959 y 1964 se desempeñó como fiscal que mandó al paredón a unas 100 personas. Y hoy, a casi cuatro décadas de aquel hecho, y a dos años de la publicación del libro Nuestros años verde olivo -donde se alude a él como el embajador Ulises Cienfuegos-, sale al paso. Habla, a ratos vocifera, y se molesta.

     La novela "Nuestros años verde olivo" tuvo éxito de ventas y de crítica, hay un capítulo en que recuerda el autor-protagonista que usted le puso una pistola. 
    "Eso es una gran mentira, él es muy poca cosa para que yo le ponga pistola, y quizá si hubiera tenido que hacerle algo, le hubiera dado un bofetón. Su novela tiene éxito porque habla contra Cuba, si hablara contra Argentina no la lee nadie". 

    En la obra, cuenta que la relación con usted fue muy tortuosa, tuvo que esconderse en la misma isla, y luego huir a Europa... 
    "Siempre mantuvimos magnífica relaciones, chico, si después que se fue de Cuba, nos vimos, lo fui a visitar a su casa en Berlín, en la RDA, donde ya él estaba ubicado con una señora muy poderosa en el ministerio de Asuntos Exteriores, muy rica. Fui a su casa con nuestro embajador allí, nos atendieron criados filipinos, entonces él dio un paso de avance, Ampuero e mpezó a través de sus mujeres a penetrar en el mundo diplomático, y espérate, a través de eso, se encuentra con la actual esposa, que era la embajadora de Guatemala aquí ¡Mi-llo-na-ria! O sea, Ampuero se casa con mi hija, la aprovecha, se casa con una alemana, la aprovecha, y se casa con la embajadora de Guatemala en Alemania...".
     Y añade: "Desde Cuba, este señor empieza a inventar su personalidad. Primero que nada, él no se fue de Chile perseguido por nadie, él salió de Chile porque tenía un amigo en la embajada de la RDA, que fue el que le resolvió irse a Alemania". 

    Pero con carnet de militante comunista, no era cómodo quedarse tras el Once... 
    "Mentira, a él no lo ha perseguido nunca nadie, no ha tirado ni un gollejo como decimos en Cuba. Se fue tranquilamente por el aeropuerto, no estuvo preso, quizá tuvo ese carnet por oportunista para enseñarlo en la RDA y lo consideraran. Porque el señor Ampuero no ha expuesto su vida ni siquiera bañándose en el mar (se ríe Flórez)". 

    Y con esos antecedentes, él logra casarse con su hija, ¿cómo lo acepta, entonces, como su yerno? 
    "Sí, tenía carnet de comunista, parecía comunista, se vistió de revolucionario, etcétera, etcétera, yo le creí, pero después se reveló, se reveló como un farsante, chico. Un miserable como persona, políticamente farsante, y malo como escritor (...) Sin esa suerte que lo llevó a Cuba, Ampuero sería hoy un ente anónimo, un cero a la izquierda, un perfecto don nadie...". 

    Perdón, ¿pero Roberto Ampuero puede ir a Cuba? 
    "¡No puede ir a Cuba!, porque nosotros tenemos muchos enemigos más allá de los yanquis, como Ampuero, que habla basura contra nosotros. El día que los yanquis establezcan relaciones con nosotros, el día que nos dejen tranquilos, Ampuero puede ir a Cuba. Ahora no, Ampuero ni ninguno que se parezca a Ampuero". 

    Es injusto que usted pueda hablar mal de Ampuero en Chile, su país, y él no de usted en la isla... 
    "No, no me parece injusto porque aquí habla todo el mundo y no le afecta en absoluto al gobierno chileno, pero a nosotros sí nos afecta, porque tenemos muchos enemigos, muchos enemigos, para recibir a un enemigo y darle facilidad para que hable. Mira, nosotros estamos bloqueados hace 40 años, somos víctimas de sabotaje, nos volaron un avión con el equipo de Esgrima dentro, totalmente, un crimen que nadie habla de eso. Somos víctimas de los yanquis y sus agentes, y Ampuero es un agente yanqui". 

    Nuestos años verde olivo
    Roberto  Ampuero
    632 páginas
    1era Edición, Septiembre 2012
    DeBolsillo

    lunes, 12 de septiembre de 2016

    Aquí nos vemos



    Aquí nos vemos
    John Berger
    215 páginas
    1era Edición, Febrero 2006
    Alfaguara

    El ángel de la patria



    En su nueva ficción histórica, El ángel de la patria, Marchant ilumina rincones de la sociedad chilena a fines del siglo XIX y comienzos del XX, tanto de sus barrios aledaños al Mapocho como de las mansiones de la Alameda. A través de un narrador, de nombre Ángel, que evoca sus años de infancia en el Asilo de la Patria, Marchant se adentra en la institución creada por la Iglesia para acoger a los huérfanos de la Guerra del Pacífico. Orfanato que acabó rodeado por el escándalo y enfrentó a liberales y conservadores, como recuerda el historiador David Home en su libro Los huérfanos de la Guerra del Pacífico (2006); "uno de los pilares de esta novela", según reconoce Marchant.

    -¿Cómo nace la idea de escribir "El ángel de la patria"?
    -La idea original surge de la lectura de "Mourning Becomes Electra", de O'Neill, y la trasposición de los personajes de la tragedia griega a la Guerra del Pacífico. La decadencia de una familia de Nueva Inglaterra en tiempos de la Guerra Civil norteamericana y la "neurosis" de Electra podían tener un buen desarrollo en nuestro gran conflicto bélico del siglo XIX.
    -Nuevamente escarba en secretos de familias respetables. ¿Por qué esta vez el punto de vista es el de un huérfano o huacho?
    -Allí entra el Asilo de la Patria que bien podría vincularse con el fanatismo religioso que ya había planteado con el incendio de la Compañía en mi novela La joven de blanco . El huacho es un observador despojado de todo, un buen puente para cruzar los miedos, los rencores, los reproches, las redenciones pendientes de nuestras historias familiares.
    -¿De qué manera el Ángel de Chile y el complejo de Electra conforman nuestra idiosincrasia?
    -El "Ángel" es un símbolo invocado por la Iglesia para estremecer la sensibilidad religiosa de aquel tiempo. De ahí mi interés en convertirlo en un carácter relativamente pasivo, a la sombra de dos poderosas mujeres. En cuanto a Electras, nuestro machismo ha impuesto desde siempre la adoración al padre.
    -Es muy crítica su visión de la Guerra del Pacífico.
    -Tengo la sospecha -sólo la sospecha, porque no soy historiador- de que nuestras peores características de crueldad, nacionalismo y racismo surgen a partir de dicha guerra. Éramos superiores moralmente a nuestros vecinos. No fue casual que diez años después estuviéramos matándonos nuevamente.
    -¿Se parece la sociedad chilena de hoy a la de 1910?
    -David Lodge se ha preguntado sobre la complicación al escribir acerca de la vida en el pasado, cuando esa vida ha sido memorablemente descrita por sus contemporáneos. ¿Cómo se puede competir con ellos? Simplemente no se puede. Lo que sí se puede es proyectar una perspectiva de nuestro tiempo sobre aquellos comportamientos, ironizando tal vez, teniendo menos piedad, o poniendo un espejo en el que nos vemos con nuestros defectos y virtudes. La verdad es que hemos cambiado poco.
    -¿Qué autores chilenos caracterizan mejor la época en que se ambienta el libro?
    -Luis Orrego Luco, absolutamente, incluida la crisis matrimonial de la que me hago cargo. Hay un guiño a Orrego Luco en el apellido Orbegoso de una de las protagonistas.
    -El incesto, el adulterio, la locura y el suicidio son materias de la tragedia clásica y las telenovelas. ¿En qué se diferencia un abordaje "literario" del tema de uno "melodramático"?
    -Materias también de la ópera de la cual soy cada vez más asiduo, de autores que leo frecuentemente como Auster, Irving o Styron, y de cineastas como Sirk, Visconti y Almodóvar. Cuando me lanzo al abordaje literario, por tanto, no le temo en absoluto al melodrama.

    El ángel de la patria
    Jorge Marchant Lazcano
    159 páginas
    1era Edición, Junio 2010
    Grijaldo

    jueves, 8 de septiembre de 2016

    Poli Délano

    Bibliografía


    Cuentos
    • Gente solitaria, Ediciones Mazorca, Santiago, 1960; contiene 7 cuentos:
    • Amaneció nublado, Sociedad de Escritores de Chile, Ediciones Alerce, 1962; contiene 8 cuentos:
    • Los mejores cuentos de Poli Delano, selección y ordenación de Alfonso Calderón; Editorial Zig-Zag, Santiago, 1969
    • Vivario, Editorial Huda, Santiago, 1971; contiene 15 cuentos
    • Cambio de máscara, Casa de las Américas, La Habana, 1973; contiene 6 cuentos:
    • Como buen chileno, Centro Editor de América Latina, Argentina, 1973; contiene 10 cuentos:
    • Sin morir del todo, México, 1975
    • Dos lagartos en una botella, J. Mortiz, Serie del Volador, México, 1976; contiene 10 cuentos:
    • La misma esquina del mundo, Premia, México, 1981
    • 25 años y algo más, con prólogo de Alfonso Calderón; Alfa, Santiago, 1985. Dividido en 5 partes; contiene:
    • Como una terraza en la quebrada, Galinost, Santiago, 1987
    • Un leopardo en la cumbre de un volcán (Cuba, 1989)
    • Cuentos escogidos (México, 1994)
    • Cuentos (Chile, 1996)
    • Solo de Saxo, Grijalbo, México, 1998
    • Rompiendo las reglas: cuentos casi completos, Grijalbo, México, 2001
    • Por las calles del mundo, 15 cuentos; Mago editores, Santiago, 2009
    • Según pasan los años, antología de 17 cuentos; compilación y prólogo: John J. Hassett; Ceibo, Santiago, 2014
    Novelas
    • Cero a la izquierda, Editorial Zig-Zag, Santiago, 1966
    • Cambalache, Nascimento, Santiago, 1968
    • En este lugar sagrado, México, 1977 (Catalonia, Santiago, 2014)
    • Piano-bar de solitarios, México, 1983 (RIL, Santiago, 2005)
    • El hombre de la máscara de cuero, Chile, 1984 (Atenea-Galinost, Santiago, 1989)
    • El verano del murciélago, novela corta, Sin Fronteras, Santiago, 1986
    • Como si no muriera nadie, Planeta, Santiago, 1987
    • Casi los ingleses de América, Planeta, Santiago, 1990
    • Muerte de una ninfómana, LOM, Santiago, 1996; contiene 4 novelas cortas:
    • Humo de trenes (Chile, 1997)
    • En este lugar sagrado, Grijalbo, México, 1998
    • La cola, Grijalbo, México, 1999
    • Este banco del parque, Mondadori, México, 2002
    • El amor es un crimen, Planeta, Santiago, 2005
    • Estás ahí, Andrés Bello, Santiago, 2005; tres novelas breves:
    • Y tú no me respondes, Mondadori, Santiago, 2010
    • Afuera es noche, Ceibo, Santiago, 2014
    Otros
    • Lo primero es un morral: notas de un viaje al África (Chile, 1972)
    • Cuentos mexicanos (compilador: Poli Délano; Chile 1996)
    • Entre la pluma y la pared, UNAM, México, 1999
    • Memorias neoyorquinas (Chile, 2009)

    Afuera es noche



    Afuera es noche, una novela breve donde aborda tópicos que ya son clásicos en su obra, marcada por una vida que incluye la docencia en el Instituto Pedagógico durante la Unidad Popular, el exilio en México y su regreso en plena dictadura en 1984.
    La novela se desarrolla en distintas ciudades, como Santiago, Valparaíso y Valdivia, y tiene como protagonista a un hombre de 60 años que ve su vida derrumbarse de a poco, a causa de la bohemia y el descontrol, luego que en una riña callejera viera frustrada una promisoria carrera como violinista.
    Amores de juventud, un prostíbulo de mujeres enanas, bares, pleitos y música docta son parte de la historia de este hombre, quien recuerda a lo largo del relato los giros de sus vivencias y los personajes con los que se ha tenido que cruzar, muchos de ellos marginales, por quienes Délano admite sentir una predilección desde siempre.
    “Me gustan esos personajes porque la vida les es más difícil. A un enano le es más difícil conquistar a una mujer que a un tipo de un metro ochenta”, explica.
    En el libro Délano habla de bares como Las Tejas (de cuando estaba en calle Nataniel) y sus sándwiches de pernil, el Bosco y el Club de Carteros, e inventa otros, como el Bar-Tolo, pero también hace un contrapunto –no sin cierto dejo de amargura- entre el Chile de los 60 y 70, lleno de utopías y esperanza, y el actual, fagocitado por el egoísmo y el mercado neoliberal.
    Su protagonista es un personaje que “despotrica no sólo contra Santiago, sino contra los santiaguinos, los chilenos con sus lugares comunes, su doble estándar, etc”, señala el escritor.
    “Es una especie de amargura respecto de lo que la sociedad en un momento fue y lo que es ahora. Los personajes son desencantados de una sociedad que no ha crecido para bien”, agrega.
    Sin duda, Délano habla a partir de su propia experiencia. Confiesa que aunque fue “chocante” volver del exilio en 1984 a una dictadura donde los opositores eran degollados o quemados vivos, “fue más chocante después”, cuando “siguieron las mismas características de la gente que no se acostumbraba todavía a que reinaba otro tipo de régimen”.
    “No me gusta como está Chile. Creo que puede mejorar, pero no me gusta ese afán de mostrar cuánto dinero tengo, que el dinero sea el tema. Aquí (en el barrio de Providencia, donde vive actualmente) hay cantidad de gente que sale a pasear con sus perritos de raza… eso es una moda para decir ‘yo tengo este que es mejor que el suyo’”.

    Afuera es noche
    103 páginas
    1era Edición, Abril 2014
    Ceibo Ediciones

    miércoles, 7 de septiembre de 2016

    El delirio de Turing


    A una Bolivia convulsionada por protestas populares -ocasionadas por la venta de los recursos naturales a empresas extranjeras- nos remite la novela El delirio de Turing. Un thriller tecnológico que cobra sorprendente actualidad a la luz de los recientes sucesos en el país altiplánico. 
    Esa crisis política ficticia (pero basada en la "guerra del agua" del año 2000, durante el gobierno de Banzer) es narrada a partir de un grupo de criptógrafos  de la "Cámara Negra", organismo estatal encargado de descifrar mensajes en clave de la oposición. Miguel Sáenz, el más respetado de esos especialistas (conocido por el apelativo de Turing), se entera de que ha sido utilizado por sus jefes, Ramírez-Graham y el agonizante Albert, para encarcelar y condenar a inocentes.
    Paralelamente Flavia, hija de Sáenz y experta en computación, colabora con Ramírez-Graham buscando al misterioso Kandinsky, un hacker que dirige las protestas y disturbios a través de Internet. A los mencionados se suman otros dos protagonistas: Ruth, la esposa de Miguel, y el juez Cardona, especie de ángel vengador. 
    Las historias de estos siete personajes se alternan en los 45 capítulos de esta novela tan bien estructurada que, a pesar de esos saltos, se mantiene siempre como una lectura interesante. 

    El delirio de Turing
    Edmundo Paz Soldán
    346 páginas
    Primera Edición, Agosto 2005
    Alfaguara